PARA LOS INTERESADOS EN EL INTERÉS
SI NO DESPIERTAS Y PONES EN USO TODA TU INTELIGENCIA ES PORQUE NO TE DA LA GANA
Para
recuperarse del mal estado en que se encuentran los pensadores al no poder
generar un interés que le permita mantenerse enfocados en aquello que saben les
conviene para su desarrollo personal y bienestar en general, es necesario en
primer lugar corregir esa debilidad generada por el hábito de dejarse robar el
interés. Si no los motivan, si no los entusiasman, si no los manipulan
mentalmente sin que se den cuenta, no prestan atención.
Es fácil
identificar aquello que se alinea a nuestros intereses, sueños, metas u
objetivos.
Es fácil
saber cuánto tiempo de la vida que el creador dispuso para nosotros lo estamos desperdiciando.
Es fácil
saber qué cosas nos gustan y que no. Pero que “casualidad”, las cosas que nos
gusta y que le prestamos atención sin esfuerzo, son aquellas que no son
remunerativas, o no aportan un conocimiento que tenga una utilidad práctica. Llegar
a este estado de idiotez fue producto de una campaña permanente desde el mismo
día del nacimiento.
Revisen bien
para ver cuántas de las cosas que les gustan, y que les dedican tiempo son en
verdad de utilidad para la supervivencia o mejoras en la calidad de vida física
y psicológica. Y como es que han llegado a dejar sus verdaderos intereses a un
lado para llenarse de información superficial.
Lo primero
que se debe hacer es reconocer el hábito que les ha inducido el sistema social
de manipular sus intereses, para que puedan saber cuándo se interesan por
iniciativa propia o cuando son seducidos por la publicidad, la moda o la
mercadotecnia.
Todo aquello
que no se alinea a sus objetivos primordiales, metas o sueños que representan
para ustedes lograr éxitos en sus vidas, es basura comercial, es basura de
manipulación para beneficio de otro u otros. Todo el mundo quiere que le
prestes atención a él o a sus cosas. Es una rebatiña donde todos se pelean para
conseguir adeptos.
La clave
para encender el interés en gran intensidad, es la misma que usan la psicología
de convencimiento para venderte algo. Indagan tus inclinaciones, averiguan tus
tendencias e intereses, y por allí se cuelan a ofrecerte algo que “tú no tengas
o no sepas”, pero les importa un carrizo si te desvían de tus objetivos.
Todo aquello
que te despierte el interés en saber, lo logra porque causa que te des cuenta
que eso “NO LO SABES O NO LO TIENES”.
NO LO SABES,
y de inmediato quieres saber; no lo tienes y de inmediato quieres tenerlo. Y
así aparece un interés inducido sin que te des cuenta.
En este
momento tienes un gran porcentaje de las cosas que te gustan y que le prestas
atención, que son como cuerdas para manejar un títere. Sabes que no te da
ninguna utilidad, y sabes que tienes otras cosas importantes que hacer, pero la
fuerza de atracción te doblega.
Es bueno
hacer un chequeo de todas sus expectativas, a ver cuántas de ellas son con esos
hilos del titiritero que ya te tiene bajo control.
Cuando las
personas se dan cuenta, están tan despistados que siguen la vida de los
príncipes de Inglaterra, los chismes de la farándula, de los cantantes, y todas
las marisqueras de tik tok. Acumulan
tanta información irrelevante para sus vidas, que llegan a estar tan enterado
de todo, pero sin criterios y sin manera de darle uso a su inteligencia. La
paja es buena, pero para alimentar algunos animales.
El hecho de
NO saber, es lo que causa que los niños se interesen en todo. Esa virginidad de
su interés no pasa mucho tiempo cuando ya se la han violado. Y su idea natural de
“No saber”, es reemplazada por las ideas de lo que tiene que saber que le
impone la sociedad. Lo obligan a que acepte que “no sabe” lo que han escogido
para él, y así llega a adulto esperando que le digan en que debe interesarse.
“Solo sé que
no sé nada”. (Descartes) ¿Han oído esta expresión, y saben por qué se hizo tan
famosa? Si no lo entienden con una claridad como la de un sol a medio día en el
desierto, entonces no van a poder hacer nada con el “No saber”. Lo lamento por
ti.
El “no saber”
es lo que tiene a los científicos día y noche sin dormir buscando soluciones,
respuestas, y desarrollo de nuevas tecnologías.
Los grandes
pensantes, personas que viven conscientes, que ni con un billón de vidas pueden
saber todo lo que se puede saber en este universo, son humildes al hablar de lo
que saben o del conocimiento que tienen.
En cambio,
la gente común, que lo son casi todos, viven orgullosos y arrogantes con la
miseria de conocimiento que tienen. A esas personas no se les puede decir nada,
porque todo lo saben. No han terminado de leer el texto o de oír toda la exposición
completa cuando dejan de prestar atención porque algo no encaja con su verdad,
con lo que sabe.
Si deseas
explotar tu inteligencia al máximo, no dejes de reflexionar acerca de lo que
hemos hablado. Manda ese orgullo al carajo y has o hazte preguntas sin miedo a
que las respuestas te desmantele todas esas grandes conclusiones que te hacen
sentir que sabes que jode.
Las
conclusiones para la mente se interpretan literalmente. Concluir es terminar,
acabar, no hay más nada que buscar o saber. Ese cierre hermético es el que te
impide saber que no sabes. La mente te obliga a sentirte feliz y satisfecho con
la miseria que has aprendido y de paso; solo un poco de esa miseria puedes
darle alguna utilidad a tu vida y a los demás.
Por mucho
tiempo se ha dicho que solo usamos un muy pequeño porcentaje de toda nuestra
capacidad mental e inteligencia. Con lo que he observado en mí, puedo afirmar
que hay mucho de cierto en esto.
Ha sido un
placer. Buen provecho.
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