EL SUPÉR PAYASO AL RESCATE
EL SUPÉR PAYASO AL RESCATE
(Poema)
¿Dónde está
el romanticismo que no lo veo, no lo huelo y no siento su sabor? Solo veo unos
ojos entristecido en un rostro enjuto con poca vivacidad.
Me veo ante
ti como esos payasos que hacen morisquetas para hacer reír a un niño o sacarle
una sonrisa, y su cara de compungido se comprime más. A nuestra relación
amorosa le pasa igual, se ha convertido en un amor sin juegos, y sin juego no
hay diversión. No te exijo que tú seas la payasa, pero, aunque yo tampoco lo
soy, tu mi querida bandida me lo has hecho creer cuando conviertes mis
pretendidas payasadas en un divertido entretenimiento. Pero aquí estoy para
recatarte, solo tienes que frotar en tu pecho para que se active la alarma que
puse en tu corazón y apareceré ante ti como lo hacen los genios que salen de la
botella; un humo blanquecino saldrá de tu pecho y el hombre de quien te
enamoraste irá apareciendo en cuerpo y alma para servirte y complacer todos tus
deseos. Ahí se está asomando esa sonrisa que te convierte en la mujer más bella
del mundo. Ya me estoy sintiendo tu genio y payaso preferido, deja que tu labio
inferior se suelte del agarre que tiene del superior que voy a entrar por tu
boca. Ya me tomé la pastilla de chiquitolina (honor a Chispirito) y en segundos
podré viajar por dentro de ti para llegar a tu mente y enfrentar a esa manada
de preocupaciones que están dando carreras en tu cabeza. No es una lengua esto
que ves, es mi arma especial para eliminar problemas. No me tardo saldré en un
minuto. Hum…hum, hum. ¡Uf! Fue una victoria espectacular. Haz vuelto a sonreír.
Hasta pronto mi amor, y no dudes en llamar a tu súper payaso cuando los
problemas te roben la alegría.
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